viernes, 8 de enero de 2016

El último reducto musulmán: el Reino de Granada

Escudo de armas del Reino de Granada
Pues sí, el poder musulmán sobre la Península Ibérica se desplomaba. Desde el fin de la dinastía Omeya, lo habían intentado los almorávides, los almohades e incluso algún reyezuelo de taifa, pero ninguno logró mantener la cohesión de al-Ándalus.

Así, poco a poco, conquista tras conquista, los reinos cristianos fueron recuperando los territorios que en su día pertenecieron a sus antepasados visigodos, hasta reducir el dominio musulmán en la península al conocido como Reino Nazarí de Granada.

La nazarí fue la última dinastía musulmana surgida en tierras andalusíes, la cual se mantuvo en el poder del Reino de Granada hasta su conquista por los cristianos en el siglo XV. De este periodo data la edificación de uno de los monumentos más representativo de la presencia musulmana en la Península Ibérica: la Alhambra de Granada, residencia de los sucesivos sultanes nazaríes. La longeva existencia de la Taifa granadina en comparación con las demás se debe a que ésta adoptó un papel supeditado al Reino cristiano de Castilla, al que pagaba una serie de tributos a fin de mantener su independencia.

Situación territorial del Reino de Granada
Sin embargo, a mediados del siglo XV se produce un periodo de inestabilidad política dentro del reino nazarí, consecuencia de una guerra civil entre los partidarios del sultán Muley Hacen, apoyado por su hermano al-Zagal, y los partidarios del hijo del propio sultán, Boabdil. Tras la muerte del sultán en 1485, fue Boabdil quien finalmente se hizo con el control del reino. Boabdil “el Chico” (así sería conocido el vigésimo emir de Granada) por su parte trató de romper su relación de vasallaje con la entonces monarca castellana, Isabel I “la Católica”, lo que dio pie a iniciar el proceso de conquista cristiana de los escasos territorios peninsulares que quedaban en poder musulmán. Así, la llamada Guerra de Granada finalizó con la firma de las Capitulaciones de Granada en 1491 y la posterior entrega de la ciudad a los Reyes Católicos el día 2 de enero del siguiente año.

Finalizaba así el proceso conocido como “La Reconquista” que, casi ocho siglos después de que aquel general bereber, llamado Tariq, desembarcara en la Península Ibérica, ponía fin al dominio musulmán sobre ésta. Nacía una nueva época. Nacía el Reino de España.

La Rendición de Granada - Francisco Pradilla

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